
Los impuestos de Trump afectará los precios de los videojuegos?

Con la campaña electoral estadounidense calentándose y Donald Trump como protagonista nuevamente, hay un tema que empieza a rondar en la industria del entretenimiento digital: ¿los impuestos que propone Trump afectarían el precio de los videojuegos?
Volvamos al pasado para entender el futuro
Durante su mandato, Trump aplicó tarifas arancelarias a productos importados de China, lo que afectó directamente a muchas industrias tecnológicas, incluida la de los videojuegos. Consolas como la PlayStation, Xbox y Nintendo Switch dependen en gran medida de la manufactura en Asia. En 2019, por ejemplo, Sony, Microsoft y Nintendo lanzaron un comunicado conjunto advirtiendo que los aranceles podrían aumentar los precios al consumidor final.
Aunque finalmente esas tarifas no se aplicaron a las consolas en ese momento, el riesgo quedó claro: un impuesto mal colocado puede encarecer los videojuegos, los accesorios y hasta los servicios digitales.
¿Qué propone Trump ahora?
Aunque aún no hay un plan fiscal detallado para su posible segundo mandato, Trump ha mencionado la idea de aplicar tarifas adicionales a productos extranjeros para «proteger la economía estadounidense». Si esto se traduce en aranceles generalizados —especialmente hacia China— podríamos volver a ver aumentos de precios en hardware, componentes y distribución, afectando toda la cadena de valor de los videojuegos.
¿Y qué pasa con los juegos digitales?
Aunque la distribución digital ha crecido, eso no significa que esté a salvo. Las plataformas como Steam, PlayStation Network o Xbox Live también dependen de servidores, infraestructura tecnológica y costos de desarrollo globalizados. Si se encarecen los componentes o se imponen nuevas tasas a servicios digitales importados, es muy posible que veamos precios más altos en los títulos digitales o en las suscripciones como Game Pass o PS Plus.
¿Quién paga al final?
Como siempre, el consumidor. Si los fabricantes tienen que pagar más por importar consolas o componentes, ese costo suele trasladarse al precio final. Y aunque Estados Unidos sería el foco principal de esas políticas fiscales, el impacto puede sentirse a nivel global, ya que muchas decisiones de precios y distribución se toman desde allá.
Conclusión
Aún no está escrito en piedra, pero las propuestas fiscales de Trump podrían tener un efecto dominó en la industria de los videojuegos, especialmente si vuelven los aranceles a productos clave. Para los gamers, esto podría significar consolas más caras, juegos con precios inflados y menos promociones.
Así que si estabas pensando en actualizar tu consola o suscribirte a un servicio, tal vez sea mejor hacerlo antes de noviembre… por si acaso.